La propietaria, acababa de adquirir esta vivienda familiar en Alcobendas y, antes de mudarse, quiso darle un cambio para encontrarse más a gusto.
Se mantuvo el parqué original, lijándolo y aplicando un barniz mate, que ofrece un aspecto más natural. Se cambiaron las puertas por un modelo macizo lacado en blanco y se sustituyeron los rodapies por unos lacado blancos.
Pero el mayor cambio lo supuso la apertura de la cocina al salón, ampliando visualmente ambos espacios y creando una nueva forma de socializar con la familia y amigos.
Para la decoración se optó por un estilo nórdico, con toques contemporáneos, todo en tonos grises con toques de mostaza como elmento de contraste. Se eligieron piezas neutras, que resistan el paso del tiempo sin pasar de moda.
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